Si piensas en un padecimiento de tus rodillas, es muy probable que el nombre condromalacia rotuliana no sea lo primero que te venga en mente.  No obstante, esta es una patología relativamente común que afecta a muchos pacientes, y se destaca por mantener un progreso silencioso y muy perjudicial a largo plazo.

En esta publicación de Lepol fisioterapia te explicamos qué puedes esperar de este diagnóstico, para que estés capacitado para identificarlo y así puedas atenderlo oportunamente.

¿En qué consiste la condromalacia rotuliana?

Condromalacia rotuliana es el término médico que se utiliza para describir el dolor que se desarrolla en la parte delantera de la rodilla. Es una consecuencia del padecimiento del cartílago que se ubica en el extremo posterior de la rótula, pero no implica un desgarro o una rotura del mismo.

Suele confundirse con una luxación o subluxación de rótula, pero la naturaleza de ambos desarrollos clínicos los diferencia al momento de diagnosticarse.

¿Por qué la fisioterapia es una excelente alternativa para tratar la condromalacia rotuliana?

Una rótula empieza a molestar, y eventualmente a doler, por un aumento desproporcionado de la presión en su funcionamiento articular. Lo cual es lógico tomando en cuenta que es un hueso que no está directamente conectado con otros, sino que se sostiene por tejidos conectores.

Esta molestia dolorosa suele presentarse durante la flexión rápida de la rodilla. Aunque cuando escala un ritmo cotidiano, puede aparecer incluso durante un largo periodo de estar sentado. También suelen acompañarse de chasquidos que no tiene que ver con la gravedad del síndrome.

De manera que la fisioterapia es uno de los pilares en un tratamiento de condromalacia rotuliana por el hecho de que la reeducación del movimiento es prioritaria para minimizar los síntomas. La suspensión temporal de las actividades más desafiantes, la reducción del peso corporal y el uso de ejercicios son esfuerzos que acompañan al enfoque fisioterapéutico.

Claramente, el uso de otros elementos como la punción seca, la electrólisis dérmica o los drenajes linfáticos son componentes básicos de un tratamiento de fisioterapia para este particular síndrome 

Otros esfuerzos que pueden completar la mejoría psicoterapéutica en un caso de condromalacia rotuliana

Optimizar la composición física del cartílago también es elemental si se pretende disfrutar de unos resultados duraderos, que son obtenidos por los beneficios fisioterapéuticos.

Por ello, los suplementos orales repletos de colágeno, vitaminas y minerales como el magnesio suelen incluirse en el tratamiento de esta patología. 

La infiltración de ácido hialurónico también puede estar en el panorama si la reparación del cartílago se está retrasando, y en últimas instancias, podría ser necesaria una corrección quirúrgica.

Si deseas frenar de raíz el agravamiento de tu condromalacia rotuliana para no llegar a esos extremos, contacta con nosotros. En Fisioterapia Zaragoza estaremos encantados de poder ayudarte a recuperar la movilidad plena de tus extremidades inferiores.

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